viernes, 25 de mayo de 2012


Economía colonial


Cuando la etapa de la Conquista terminó, los españoles habían arrebatado el oro y la plata acumulado por los indígenas. En la época colonial comenzaron a explotar lavaderos y minas, generando una importante riqueza a costa del trabajo de los indígenas chilenos. También se dio paso a las faenas ganaderas y agrícolas en el territorio nacional.
De acuerdo a los principios mercantilistas existentes durante la Colonia, la riqueza de cada nación tenía directa relación con la acumulación de metales preciosos que poseía cada una, por lo que la Corona española creó en Sevilla en 1503 la Casa de Contratación, encargada de regir el comercio con las Indias. Pero más tarde sumó a sus responsabilidades autorizar la salida de pasajeros de América, zanjar disputas mercantiles, encargarse del correo, preparar cartas de navegación y a los pilotos que irían en la travesía.
En cuanto a la organización económica en Chile, en este período existieron dos clases de contribuciones. Unas referentes a ciertos servicios de la población, que pertenecían a los Cabildos, y otras más generales que gravaban la producción y los negocios del país, pertenecientes al rey. Por otro lado, la Corona percibía contribuciones extraordinarias de parte de los colonos, denominadas derrama, lo que era considerado injusto por los gobernadores de la época.
Pero esto no era todo. La Corona, para dar cumplimiento a su política económica, dispuso que las colonias solo comercializaran con ella a través de flotas escoltadas por naves de guerra, para evitar que los extranjeros obstaculizaran este proceso y por los posibles ataques de piratas y corsarios. Pero especialmente, lo que más quería evitarse era que el oro y la plata se fugaran de sus manos
Entre oro y plata

Cuando la etapa de la Conquista terminó, los españoles habían arrebatado el oro y la plata acumulado por los indígenas. En la época colonial comenzaron a explotar lavaderos y minas, generando una importante riqueza a costa del trabajo de los indígenas chilenos.
Esta se concentró en la explotación de los lavaderos de oro, como Quilacoya y Madre de Dios, ubicados al sur de Chile, por lo que su explotación estuvo supeditada al desarrollo del conflicto con los indígenas. Las minas se convirtieron en un gran pilar de la economía durante este período,

 influyendo fuertemente en la vida social de la población, por lo que la Corona se encargó de proteger todo tipo de explotaciones mineras, el oro y la plata, no solo por lo que significaba para la comunidad, sino porque el quinto real, tributo del 20 por ciento que se pagaba por estos elementos, era esencial para la metrópoli.
Agricultura y ganadería

La actividad ganadera predominó durante los primeros cien años de la Colonia, siendo el sebo y el cuero los principales productos. Mientras el primero constituía la materia prima en la elaboración de las velas, el segundo era exportado hacia Perú, donde era transformado en diversos objetos, como suelas, badanas o cordobanes.
Durante el siglo XVIII la agricultura fue la actividad económica más importante. Factores externos (una devastadora plaga arrasó con casi la totalidad de los cultivos peruanos) aceleraron la demanda de nuestros productos, especialmente del trigo. Chile fue considerado, entonces, el granero del Perú, haciendo disminuir así las labores ganaderas e implementándose incluso una red vial para facilitar la exportación de los productos agrícolas.
Entre los cultivos más frecuentes que se desarrollaron en las estancias se encontraban el trigo, la cebada, el maíz, árboles frutales, hortalizas y viñedos.

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